El
cisne, digno representante del amor.
Los cisnes son consideradas las aves
representativas del amor verdadero, y es que en muchas películas, historias y
sitios turísticos del mundo los cisnes son icono del amor, la razón no solo
está en su gracia y belleza cuando se ven en pareja, también por su fidelidad,
si su pareja muere ellos entran en gran depresión hasta morir y si la hembra
muere dejando polluelos, el macho se hace cargo de ellos, caso ocurrido y
registrado en Rusia, cuando estan en cortejo los cisnes entrelazan sus cuellos
o forman la famosa forma del corazón, la mayoría de los cisnes son blancos por
lo que son relacionados con la pureza, sin embargo, los hay de color negro en
Australia, éstos están relacionados a la luna o la intuición.
La palabra en sánscrito que designa a
los gansos es Haṃsa, inversión del mantra de la
respiración so’ham (eso soy yo).
En
varias leyendas podemos encontrar al cisne como figura representativa de la
belleza, la paz y la felicidad, siendo nombrados como los animales de compañía
de algunos dioses por ejemplo en Grecia es consagrado a Apolo, dios de la
música y la adivinación; en India es el cisne o ganso blanco montura de
Sarasvatī, diosa de la palabra, las artes y la sabiduría, también es
considerada representativa del principio espiritual; para Pitágoras el cisne
era semejante al alma que nunca muere, y su hermoso canto antes de morir
representaba la alegría de la liberación de su atadura a un cuerpo mortal;
según los pueblos tunguses, el cisne fue el espíritu que
guió al primer chamán transportándolo en sus viajes celestiales al mundo
de los muertos; en algunas leyendas celtas tenemos hadas o doncellas que
se transforman en cisnes y también cisnes unidos por cadenas de oro que se
trataban de amantes que fueron transformados en cisnes, en historias infantiles
tenemos bastantes narraciones de princesas con cisnes o el más famoso y
maravilloso cuento a mi parecer, “El patito feo” representando el cambio, la
transformación, la aceptación y el reconocimiento del propio ser.
En
la mitología griega hay un mito muy conocido, con varias versiones pero
comparto aquí la más aceptada socialmente, y por lo tanto popular:
LEDA Y EL CISNE
Leda era
una mujer muy bella, tanto que el propio Zeus la deseaba. Un día, mientras
caminaba junto al río Eurotas, se encontró con un hermoso cisne que
escapaba del ataque de un águila. Lo protegió y se dejó seducir por
éste, que no era otro que Zeus transformado. Esa misma noche, Leda también
se unió sexualmente a su esposo. Como consecuencia, puso dos huevos:
de uno nacen Pólux y Helena, hijos de Zeus inmortales; del
otro, Cástor y Clitemnestra, hijos mortales de Tindáreo.
Las
otras versiones difieren de que se cree Leda fue violada por Zeus mientras
estuvo transformado en cisne o ella fue quien se transformó para conquistar
Zeus, de ahí que el cuello del cisne también sea percibido como figura fálica.
Con
todo lo anterior, el cisne se ha considerado como una representación de la
felicidad, belleza, inocencia, gracia, elegancia, trasmutación o cambio,
misticismo, pureza, romance, amor, pasión, fidelidad, liberación y de
buen augurio.
Definitivamente
el Cisne es el símbolo de todo lo que representa o se relaciona al amor.
Comentarios
Publicar un comentario